Contrariamente a lo que se suele pensar, fueron mujeres las que lucieron los primeros relojes de pulsera. Siempre a la vanguardia, Jaeger‑LeCoultre fue una de las primeras firmas en ofrecer elegantes relojes completamente engastados con diamantes y dotados de refinados calibres excepcionalmente pequeños. La colección de relojes Rendez-Vous rinde homenaje a esta tradición y pretende que la mujer moderna luzca y se sienta sublime. Un reloj de lujo Rendez-Vous se debe estudiar con detenimiento para descubrir sus tesoros: su movimiento automático, en el que la parte inferior de zafiro revela la complejidad de su maquinaria; la delicadeza de sus acabados; su frontal, grabado con elegancia o recubierto con nácar; el brillo de sus piedras preciosas… Esta colección, preciosa se mire por donde se mire, es la comunión entre la estética y la mecánica. Una oda a la belleza que hace destacar la muñeca femenina, ya sea de día o de noche.