Rendez-Vous Jewellery
Moon
Rendez-Vous Jewellery
Moon
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Correa
Intercambiable: NoCalibre Jaeger-LeCoultre 935
Funciones
Movimiento
Automático, cuerda automática, Componentes: 265, Alternancias por hora: 28800, Joyería: 41, Barrilete: 1, Grosor: 4,63 mm, Reserva de marcha: 40 hours
Variantes de color y material
Resumen
Belleza creativa atemporal
Los relojes Rendez-Vous Jewellery reúnen el saber hacer refinado y artesanal de la Grande Maison con una belleza creativa atemporal. Se obtiene así un reloj con un esplendor inigualable. Cada ejemplar conserva las características expresivas y distintivas de la línea Rendez-Vous, al tiempo que ofrece espacio para su complicación en la parte inferior de la esfera. En el borde de la esfera, se encuentra una estrella dorada pulida a mano —emblema de la colección Rendez-Vous— que marca la hora de un acontecimiento especial. Los números y las manecillas florales exhiben el código de diseño más amplio de la colección, que se caracteriza por una estética de una elegancia impecable.
Legado
Una revolución en la muñeca
Fueron mujeres las que lucieron los primeros relojes de pulsera a principios del siglo XX, aunque poco después se unieron también los hombres. Edmond Jaeger y Jacques-David LeCoultre comprendieron rápidamente que el reloj de pulsera revolucionaría todo el sector. Asimismo, fueron conscientes de cómo esta revolución podría cambiar la concepción al completo de la relojería. La mujer fue el detonante de la tendencia de fabricar relojes más finos, más complejos y que incorporasen elementos de alta joyería y complicaciones. Para las mujeres, un reloj no solo servía para saber la hora. Además, era un adorno o una joya que las acompañaba a lo largo del día y la noche. A día de hoy, nuestra colección de relojes de lujo Rendez-Vous continúa esta noble tradición.
Fabricado en nuestra Manufactura
Desde el calibre hasta la caja, cada uno de los relojes de Jaeger‑LeCoultre se diseña, fabrica y monta bajo un mismo techo: en nuestra Manufactura del valle de Joux. Nuestra obsesión por la calidad es bien conocida, ya que todos los relojes de Jaeger‑LeCoultre se someten a un estricto proceso de control de calidad: la prueba de las 1000 horas. Este programa exclusivo contempla pruebas de certificación internas que superan con creces las pruebas de cronometría oficiales.
Además, incluye pruebas de movimientos antes y después de realizar el encajado, y abarca todo el montaje del reloj, todo ello con unas condiciones que reproducen fielmente el desgaste diario. Por último, una vez que cumple nuestros estrictos estándares, se graba un sello de calidad en el reverso de cada reloj.
