EL RELOJ PERPETUO COMO OBRA DE ARTE

ATMOS RÉGULATEUR “CHERRY BLOSSOM”

En 2022, para continuar la historia del admirable reloj Atmos como obra de arte, Jaeger-LeCoultre ofrece una nueva versión creada a partir de los oficios extraordinarios Métiers Rares y plasmada en un reloj exclusivo que se presentará en el evento Homo Faber de Venecia (Italia).
RESUMEN

UNA OBRA DE ARTE QUE RINDE HOMENAJE A LAS TÉCNICAS ARTESANAS DEL TALLER DE OFICIOS EXTRAORDINARIOS MÉTIERS RARES® DE LA GRANDE MAISON

El reloj Atmos Régulateur “Cherry Blossom”, de noble presencia y detalles delicados, es una obra de arte irrepetible que exhibe su mecanismo dentro de un gabinete de cristal transparente emplazado entre dos paneles espectaculares con esmaltado Grand Feu en color negro. Una rama con flores de cerezo pintada a mano con la técnica del esmaltado se extiende de manera impecable desde un lado hasta el panel opuesto atravesando el anillo de la esfera. Los pétalos se dispersan alrededor en el aire, como si los abrazara una ligera brisa.

DISEÑO

LA SAKURA AL SERVICIO DE LA CREATIVIDAD HUMANA

Este es el esmaltado de mayor envergadura al que se ha enfrentado la Grande Maison. De hecho, solo el esmaltado requiere 200 horas de arduo trabajo de los maestros artesanos en el taller de oficios extraordinarios Métiers Rares® de Jaeger-LeCoultre. Aunque los esmaltadores dominan a fondo las técnicas de esmaltado para las cajas y las esferas de los relojes, el gran tamaño de este reloj planteaba una serie de dificultades completamente distintas. Para superarlas, los artesanos del taller trabajaron codo con codo e invirtieron un sinfín de horas en las investigaciones preliminares para intercambiar ideas, experimentar y realizar ensayos antes de comenzar de lleno con el esmaltado. Se examinaron y se replantearon los materiales y las técnicas, y se determinó el uso de un horno nuevo capaz de dar cabida a ejemplares de tal calibre.

El Atmos Régulateur "Cherry Blossom", una obra de arte única que requirió 200 horas de trabajo de esmaltado siendo la pieza más grande jamás creada por Jaeger-LeCoultre.con esmalte Grand Feu.

— LIONEL FAVRE, JEFE DE DISEÑO

LOS PANELES

Para los paneles (con unas medidas de 196 mm por 105,2 mm), se comprobó que el cobre es más adecuado que el oro empleado para el esmaltado de los relojes. Para unas superficies de tal envergadura, los esmaltadores tuvieron que perfeccionar la técnica de “esmaltado en seco”, basada en tamizar el pigmento en polvo sobre las placas de cobre (como cuando se espolvorea azúcar glas sobre un pastel), y repetir el proceso una y otra vez hasta conseguir la profundidad y la uniformidad deseadas para el color negro. Después de cada capa, se tenían que hornear los paneles y, luego, dejarlos enfriar para que se aplanasen perfectamente. Además, en cada fase existía el riesgo de que apareciesen burbujas, grietas o partículas de polvo, lo que estropearía el trabajo en cualquier caso.

LAS ESFERAS

Para los dos anillos de las esferas se concluyó que la plata era el mejor material a pesar de ser un metal blando, por tanto, menos resistente al horneado a altas temperaturas que requiere el esmaltado Grand Feu. Normalmente, para evitar deformaciones, a la parte posterior del objeto en cuestión se le aplica una prebase de contraesmalte. Pero en este caso no era viable dado que la esfera se ve también por detrás. Los anillos se vaciaron para formar una depresión en la que aplicar el esmalte. A continuación, al igual que con los paneles, había que enfrentarse al desafío de los sucesivos horneados.

ESMALTADO EN MINIATURA

Por último, una vez que los fondos de esmalte negro se completaron a la perfección, podía comenzarse el trabajo de pintura en miniatura que planteaba las necesidades casi contradictorias de estilo artístico y precisión absoluta. Al igual que el esmaltado negro, este trabajo se llevaba a cabo por capas, cada una de las cuales se tenía que hornear de modo que cada horneado tenía el riesgo de arruinar todo el trabajo realizado hasta el momento. Conseguir terminar este trabajo con exquisitos resultados evidencia un extraordinario nivel de sofisticación y un grado de maestría que solo se puede alcanzar con incontables años de experiencia.

Legado

Una revolución en la medición del tiempo

Gracias a un mecanismo revolucionario inventado por Jean-Léon Reutter en 1928 y comercializado por Jaeger-LeCoultre en los años 30 del siglo XX, el reloj de lujo Atmos funciona con aire. Su magnífico diseño se ha reinventado y actualizado desde su creación hasta erigirse como un auténtico icono. El reloj Atmos, conocido como “el reloj del presidente”, era el regalo oficial de la Confederación Suiza.

CALIBRE

TIEMPO PERPETUO

El movimiento de este reloj excepcional, concebido y fabricado en su totalidad en la Grande Maison, es el calibre 582 de Jaeger-LeCoultre, que se distingue por la exhibición de su regulador. Con una arquitectura definida por círculos dentro de otros círculos, el anillo de gran tamaño de los minutos y el anillo más pequeño para las horas se han complementado con un calendario mensual y un indicador de las fases lunares, así como con la forma del volante anular que oscila lentamente por detrás de los indicadores. El indicador de las fases lunares es tan preciso que tardará 3821 años en desviarse un solo día del tiempo astronómico.

¿Y ahora qué?

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