RESUMEN
LLEVANDO LA PRECISIÓN A UN NUEVO NIVEL
Esta gran complicación demuestra que es posible combinar el rendimiento técnico con una estética discreta y una complicación relojera muy expresiva. Jaeger-LeCoultre ofrece una serie de exclusivos relojes Duometre Sphérotourbillon, que abarcan desde elegantes modelos con caja de oro rosa hasta versiones con deslumbrantes diamantes engastados.


DISEÑO
UN DISEÑO DETERMINADO POR EL MECANISMO
Elegante y creativo, el diseño de los relojes Duometre Sphérotourbillon está determinado por la complejidad del calibre. Con un sutil equilibrio entre elegancia y tradición, todos los detalles de la esfera y los indicadores de las funciones acentúan la complejidad del movimiento y su concepto.
LA BELLEZA DE LA COMPLEJIDAD
Los diferentes contadores que muestran las funciones siguen códigos estéticos sutilmente únicos que reflejan el Sphérotourbillon. La calidad del acabado de las piezas que componen el movimiento, engastadas con diamantes en determinados ángulos por las manos expertas de los artesanos de Métiers Rares refuerza la impresión de exclusividad. Con sus decoraciones “côtes soleillées” características de Jaeger-LeCoultre, sus formas armoniosas y sus marcados ángulos prominentes y cóncavos, los diseños de los Calibres 382 y 389 encarnan perfectamente el elegante arte de la relojería.

DIAMANTES PARA UN ESPECTÁCULO BRILLANTE
En esta característica colección de relojes, Jaeger-LeCoultre amplía aún más los límites de la colección de relojería expresiva Duometre ofreciendo unos relojes extraordinarios. La esfera realzada por aventurina, que crea un efecto de cielo nocturno estrellado, gemas cuidadosamente seleccionadas como diamantes o zafiros engastados en la esfera, el bisel, las asas de la caja, la corona o la pulsera: todos los sueños se hacen realidad en estos relojes de alta relojería.


DESCUBRIENDO SUS MARAVILLAS SECRETAS
La colección Duometre Sphérotourbillon, decorada con maestría y una paciencia infinita, evoca elegancia en cada detalle. Como si de otra fase de descubrimiento se tratase, el fondo de cristal de zafiro revela todos los secretos del movimiento. El movimiento, adornado a mano por los artesanos de nuestra Manufactura, se ha decorado completamente con técnicas tradicionales —la técnica patentada “côtes soleillées” que imita los rayos del sol, los tornillos pavonados y el perlado circular— que crean, además, bonitos juegos de luz.

FUNCIONES
DESAFIANDO LA GRAVEDAD CADA SEGUNDO
El elemento principal de los relojes Duometre Sphérotourbillon es el tourbillon multiejes. La ventana de la esfera revela un espectáculo fascinante a medida que el tourbillon completa un movimiento de rotación que es sumamente inusual en la naturaleza. Además de rotar alrededor del eje en su caja de titanio, el tourbillon gira alrededor de un segundo eje con una inclinación de 20°. La combinación de estas dos rotaciones diferenciadas y rápidas (de 30 y 15 segundos, respectivamente), permite al reloj desafiar los efectos de la gravedad en todas las posiciones.


CALIBRE
UN CONCEPTO MECÁNICO REVOLUCIONARIO
El innovador concepto Dual-Wing incorpora dos engranajes en un único mecanismo. El primero controla el propio funcionamiento de las complicaciones, mientras que el segundo garantiza la medición precisa del transcurso del tiempo. Unidos por un único órgano regulador, dos engranajes funcionan en completa armonía para garantizar un rendimiento y una precisión sin igual en estos exclusivos relojes Duometre Sphérotourbillon.

LEGADO
DESAFIANDO LA PRECISIÓN DESDE 1833
Desde su fundación en 1833, en Jaeger-LeCoultre ha ido calando un ansia incesante por la innovación y la precisión. Con su serie Duometre Sphérotourbillon y su concepto Dual-Wing, Jaeger-LeCoultre desempeña un papel pionero en el campo de la alta relojería, creando un movimiento con una estructura totalmente innovadora y dando lugar a funciones sin precedentes y a la máxima precisión.


FABRICADO EN NUESTRA MANUFACTURA
Desde el calibre hasta la caja, cada uno de los relojes de Jaeger‑LeCoultre se diseña, fabrica y monta bajo un mismo techo, en nuestra Manufactura del valle de Joux. Nuestra obsesión por la calidad es bien conocida, ya que todos los relojes de Jaeger‑LeCoultre se someten a un estricto proceso de control de calidad: la prueba de las 1000 horas.
Este programa exclusivo contempla pruebas de certificación internas que superan con creces las pruebas de cronometría oficiales. Además, incluye pruebas de movimientos antes y después de realizar el encajado, y abarca todo el montaje del reloj, todo ello con unas condiciones que reproducen fielmente el desgaste diario. Por último, una vez que cumple nuestros estrictos estándares, se graba un sello de calidad en el reverso de cada reloj.
¿Y ahora qué?
La historia continúa

