RESUMEN
EXPERIENCIA EN RELOJERÍA ASTRONÓMICA
Desde 1833, Jaeger-LeCoultre se ha labrado una reputación inigualable por su capacidad inventiva, con más de 430 patentes y 1260 calibres distintos en su haber, desde el más sencillo hasta el más complejo. Para 2022, Jaeger-LeCoultre ha desplegado su experiencia y amplios conocimientos técnicos para embarcarse en una odisea estelar, rindiendo homenaje a los fenómenos astronómicos que dieron origen a la medición del tiempo.
Para La Grande Maison, estos fenómenos tienen un profundo significado, no solo porque el movimiento de los planetas y las estrellas es fundamental para medir el tiempo, sino también porque su hogar se encuentra en el valle de Joux, donde el increíblemente claro cielo nocturno es ideal para observar los eventos celestiales que inspiran a los relojeros de la Manufactura.
ORÍGENES
LOS ORÍGENES DEL TIEMPO
La primera conciencia que tuvo el ser humano sobre el paso del tiempo fue la transición de la oscuridad a la luz, a medida que el sol se desplazaba por el cielo. Los intervalos de tiempo más largos se definían gracias a los patrones de movimientos regulares del Sol, la Luna y las estrellas.
Los primeros instrumentos para medir el tiempo, usados en el antiguo Egipto, así como en las culturas babilonia y china, fueron los relojes de sol (o de sombra) y las clepsidras (relojes de agua). Los astrónomos de la antigua Grecia desarrollaron modelos sofisticados del universo e inventaron instrumentos que reproducían los ciclos celestiales. El Renacimiento trajo consigo una nueva comprensión del universo. Los relojes mecánicos aparecieron a principios del siglo XIV.


EL NACIMIENTO DE LA RELOJERÍA
Los astrónomos solían tener un profundo interés en el arte de la relojería, y Galileo fue el primero en advertir la propiedad del péndulo para medir el tiempo: el primer “oscilador”. En Europa, los relojes mecánicos aparecieron en el siglo XIV, aunque la medición del tiempo continuaba siendo imprecisa. El gran avance se produjo en 1656, cuando Christiaan Huygens, un astrónomo y físico holandés, inventó el reloj de péndulo. A partir de ese momento, la astronomía y la relojería se desarrollaron conjuntamente, apoyándose mutuamente.

EL RELOJERO DE LOS RELOJEROS
Motivado por un fuerte espíritu creativo, Antoine Le Coultre fundó su negocio relojero en 1833, sentando las bases de lo que llegaría a convertirse en una Manufactura excepcionalmente completa. Como inventores de relojes, los relojeros de Jaeger-LeCoultre han dominado todas las formas de complicaciones astronómicas, desde los sencillos indicadores de las fases lunares hasta los calendarios perpetuos y las cartas celestes más complejas, trasladando los fenómenos cósmicos a los pequeños confines de la caja de un reloj de pulsera, e incluso, las han combinado con otras funciones para crear grandes complicaciones.
Muchas otras grandes Maisons han comprado estos destacados calibres para sus propios relojes; de ahí que Jaeger-LeCoultre recibiera el sobrenombre de “el relojero de los relojeros”.

COMPLICACIONES
LAS ANOMALÍAS DEL TIEMPO
Aunque la relojería mide el tiempo usando los valores de los distintos ciclos de los cuerpos celestes, las unidades de la medición del tiempo civil estándar solo son aproximadas, basándose en el valor medio del ciclo terrestre. Esta diferencia hizo que desarrollar un calendario preciso fuera una labor mucho más compleja.
Las irregularidades del calendario, con años bisiestos, así como meses de distinta duración, suponen un verdadero desafío para los relojeros, dado que solo un sistema muy complejo de engranajes puede tener en cuenta este tipo de eventos irregulares. El primer mecanismo de calendario perpetuo se desarrolló en 1762, una complicación que Jaeger-LeCoultre ha dominado desde finales del siglo XIX.
EL MECANISMO DEL CALENDARIO PERPETUO
Un calendario perpetuo es un computador mecánico en miniatura que siempre muestra la fecha correcta, ajustándose automáticamente a las distintas duraciones de los meses e incluso a los años bisiestos. No requerirá ninguna corrección manual hasta el año 2100, a diferencia de un indicador de fecha normal, que debe ajustarse al finalizar cada mes, cuya duración no sea de 31 días.

LA HORA MUNDIAL
Los husos horarios son un concepto relativamente reciente en la larga historia de la medición del tiempo, pero, al igual que todas las mediciones del tiempo, su origen se encuentra en la astronomía. El intervalo de 24 horas de nuestro día se basa en el ciclo solar, que está determinado por la rotación de la Tierra sobre sí misma y su órbita alrededor del Sol. Por tanto, cuando los primeros navegantes y exploradores descubrieron que el amanecer y el atardecer se producían a distintas horas en diferentes lugares,
los relojeros crearon un mecanismo llamado “hora mundial” para poder indicar los distintos husos horarios de un vistazo. Más adelante, desarrollaron variaciones como relojes GMT y de doble huso horario. Jaeger-LeCoultre ha desarrollado grandes conocimientos técnicos en estas complicaciones, y, en el año 2022, presenta una magnífica nueva interpretación del Universal Time Calibre de La Grande Maison: el Master Grande Tradition Calibre 948.
LOS SECRETOS DE LAS CONSTELACIONES
Las estrellas, antiguamente llamadas las “coronas de margaritas de los dioses”, siempre han fascinado al ser humano. Y dado que reconocer patrones es algo innato en los seres humanos, las antiguas civilizaciones identificaron y pusieron nombre a los grupos de estrellas: las constelaciones. De las 88 constelaciones reconocidas hoy en día, las que mejor conocemos son las 12 constelaciones del zodiaco. Usadas tanto en la astronomía como en la astrología, estas constelaciones están agrupadas en una franja que atraviesa la eclíptica (la trayectoria aparente del Sol a través del cielo), y modifican su aparente posición a medida que la Tierra órbita alrededor del Sol.
Para destacar este aspecto celestial de la medición del tiempo, los relojeros de La Grande Maison han inventado un mecanismo capaz de mostrar la posición de las constelaciones en tiempo real, según se observan desde el hogar de la Manufactura, en el valle de Joux.
LA FASCINACIÓN DE LA LUNA
Aunque las fases siempre cambiantes de la Luna se pueden observar fácilmente a simple vista, el desafío de indicar los ciclos lunares de forma más precisa sigue fascinando a los relojeros. La Grande Maison ha llevado esta complicación a un nivel superior, indicando no solo el ciclo sinódico de la luna, sino también el anomalístico y el dracónico. En 2021, por primera vez en la historia de la relojería, Jaeger-LeCoultre fusionó estos tres indicadores lunares en un solo reloj de pulsera: el Reverso Hybris Mechanica Calibre 185.
LA COLECCIÓN REVERSO
LAS ESTRELLAS IMPREDECIBLES
Aunque los movimientos de los planetas y las estrellas se ajustan a patrones regulares y medibles, existe una importante excepción: las estrellas fugaces. Efímeras e impredecibles, su aparición es la antítesis de los ritmos medidos y regulares que determinan la relojería. No obstante, Jaeger-LeCoultre ha logrado, por primera vez en la historia, crear un mecanismo que reproduce la aparición absolutamente aleatoria de la estrella fugaz para la colección femenina Rendez-Vous.
LA COLECCIÓN RENDEZ-VOUS
EL MOVIMIENTO PERPETUO
Para La Grande Maison, el movimiento perpetuo del reloj Atmos, que funciona con perfecta autonomía aprovechando las mínimas variaciones de la temperatura atmosférica, es una metáfora de la infinidad del universo. Desde que se creó el primer Atmos con indicador de fases lunares a finales de los años 90 del siglo pasado, Jaeger-LeCoultre ha continuado desarrollando complicaciones astronómicas para este reloj, y, este año, presenta una extraordinaria nueva complicación que reproduce los ciclos de la Tierra y de la Luna alrededor del sol en el impresionante Atmos Hybris Mechanica de calibre 590, alias “Tellurium”.
LA COLECCIÓN ATMOS
¿Y ahora qué?
La historia continúa

