Relojes automáticos, de cuerda automática

En su transición del bolsillo a la muñeca, el reloj sufrió una pequeña revolución que se acentuó aún más al inventarse la cuerda automática, uno de los más impresionantes avances en la historia de la relojería. El reloj recibe la energía de los movimientos que de manera natural realiza la muñeca, lo que aporta una muy apreciada tranquilidad y comodidad en su uso. En 1946, Jaeger-LeCoultre creó su primer calibre automático, el Calibre Jaeger-LeCoultre 476. Seis años después nació el Futurematic. Al deshacerse de la corona para dar cuerda, fue el primer reloj de lujo totalmente automático en la historia de la relojería. La Grande Maison continuó en su habitual senda inventora al ofrecer relojes automáticos para hombre y mujer en todas sus colecciones. La colección Rendez-Vous está compuesta casi en su totalidad por relojes automáticos que aportan a las mujeres las características que aprecian y merecen de un reloj. Cuando la parte posterior es de zafiro, los relojes de lujo automáticos dejan ver la decoración del movimiento del peso oscilante, todo un placer para la vista.